viernes, 30 de agosto de 2024

"Crisis de combustible: Cuando la vaca de la política colombiana se queda sin leche"

"Crisis de combustible: Cuando la vaca de la política colombiana se queda sin leche"

José Javier Capera Figueroa

La reciente crisis de combustible que ha sacudido los aeropuertos colombianos no es solo un bache logístico; es un síntoma de un mal más profundo que aqueja a nuestra política nacional. Con 106 vuelos cancelados y miles de pasajeros varados (Portafolio, 2024), la pregunta no es quién tiene la culpa, sino por qué seguimos ordeñando la misma vaca flaca de siempre. 

El gobierno de Petro, en su afán por explicar lo inexplicable, señala una falla eléctrica en la refinería de Cartagena (El Tiempo, 2024). Pero seamos honestos: culpar a un apagón es como acusar a la lluvia por un diluvio. La verdadera falla está en un sistema que ha convertido la improvisación en política de Estado.

¿A quién culpar? Podríamos señalar a Ecopetrol, al Ministerio de Minas, o incluso al mismísimo presidente. Pero eso sería caer en el juego de siempre: buscar un chivo expiatorio mientras la vaca sagrada de la ineficiencia sigue pastando tranquila en los campos de nuestra burocracia.

La realidad es que esta crisis no es hija de un gobierno, sino nieta de décadas de miopía política. Hemos construido un sistema donde la planificación a largo plazo es tan rara como un vuelo puntual en medio de esta tormenta de incompetencia.

No se trata de pánico económico ni de "golpes blandos". Esas son explicaciones para quienes prefieren vivir en un mundo de fantasía política. Lo que tenemos es una dura lección sobre las consecuencias de no invertir en infraestructura crítica y de no tener planes de contingencia dignos de ese nombre.

El verdadero culpable es ese eterno ciclo de promesas incumplidas, de soluciones parche y de "ya veremos qué hacemos mañana". Es esa mentalidad que nos ha llevado a creer que los problemas se resuelven solos o, peor aún, que alguien más los resolverá por nosotros.

Es hora de dejar de buscar culpables y empezar a exigir responsables. Necesitamos un cambio de paradigma donde la eficiencia no sea una excepción, sino la norma. Donde la planificación no sea un lujo, sino una necesidad.

Porque, al final del día, la vaca de la política colombiana no da más leche. Y si seguimos así, pronto nos quedaremos no solo sin vuelos, sino sin país que volar.

 

Referencias:

 

El Tiempo. (26 de agosto de 2024). En vivo: Escasez de combustible para avión en Colombia; Gobierno anuncia medidas. El Tiempo. https://www.eltiempo.com/economia/sectores/en-vivo-escasez-de-combustible-para-avion-en-colombia-gobierno-anuncia-medidas-asi-esta-la-situacion-en-los-aeropuertos-3375101

Portafolio. (26 de agosto de 2024). Aeropuertos de Colombia afectados por el suministro de combustible de avión. Portafolio. https://www.portafolio.co/economia/regiones/aeropuertos-de-colombia-afectados-por-el-suministro-de-combustible-de-avion-611908

El País. (26 de agosto de 2024). La crisis del combustible en los aeropuertos de Colombia, un nuevo signo de interrogación para Ecopetrol. El País. https://elpais.com/america-colombia/2024-08-26/la-crisis-del-combustible-en-los-aeropuertos-de-colombia-un-nuevo-signo-de-interrogacion-para-ecopetrol.html

 

José Javier Capera