RESEÑA DEL LIBRO:
FERNÁNDEZ DÁVALOS, DAVID (2020). EN VOZ ALTA:
PROPUESTAS PARA UNA UNIVERSIDAD COMPROMETIDA CON SU
TIEMPO. MÉXICO. UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA.
SAPIENTIAE: Ciências Sociais, Humanas e Engenharias
Universidade Óscar Ribas, Luanda, Angola
ISSN Versão Impressa 2183-5063 ISSN Versão Digital 2184-061X
Vol. 6 (2). 232-235: Janeiro-Junho 2021
http://publicacoes.uor.ed.ao/index.php/sapientiae/
SAPIENTIAE
La universidad es una institución histórica de carácter social por excelencia que ha configurado el
desarrollo de la humanidad. En ella converge un pluriverso de realidades, narrativas, emociones,
sentires y experiencias que confluyen en función del sentipensar y la acción de los seres humanos
que apuestan por aprender, reflexionar o incursionar en un llamado vocacional de aprender, crecer,
servir y luchar de forma integral por reivindicar la justicia, paz, amor, solidaridad y respeto ante las
diversas expresiones de vida. La razón de ser de la universidad no responde a un mero espacio de
transmisión de conocimientos, sino a una caja de resonancia que sirva para problematizar,
cuestionar y reflexionar sobre los fenómenos de las sociedades en su tiempo y espacio
determinado, lo que devela una apuesta por la democratización de los bienes, poderes y espacios
de la esfera pública en el marco de la horizontalidad de los derechos/deberes que coexisten en los
territorios, comunidades y sociedades contemporáneas.
La obra titulada “En voz alta: propuestas para una universidad comprometida con su tiempo” escrita por el
P. David Fernández Dávalos, S. J2
. Nos muestra el auténtico sentido, espiritualidad y pensamiento
de la educación ignaciana/jesuita promovida por la Compañía de Jesús a lo largo de su historia, la
cual incursiona en mirar con ternura, pasión, ética y solidaridad las luchas socioculturales de los
grupos de abajo, aquellos que a lo largo de la historia han denunciado las formas de control,
violencia, dominación y despojo, al ser víctimas directas o indirectas resultado de la modernidad –
colonizadora y el sistema mundo-capitalista.
El Mtro. David Fernández, nos expone su larga experiencia de servicio y lucha por desmercantilizar-colonizar-politizar y democratizar las estructuras que instituyen el sentir colectivo y
la praxis de la universidad en pleno siglo XXI. La ardua lucha de los grupos de resistencia sumidos
en la lógica de desgarrarse del velo moderno-colonial derivado de la mirada de asumir la educación
como un simple servicio/capital en función de los intereses sistémicos de los grupos hegemónicos.
Por el contrario, el mensaje espiritual basado en la filosofía jesuita se caracteriza por darle sentido
a la vida humana como un llamado vocacional de servicio, que parte de la posibilidad de concebir
otros desarrollos ecológicos y el equilibro de prácticas religiosas y/o espirituales sobre el misterio
de la vida en comunidad. Son parte de las amplias reflexiones inmersas en este libro, dado que
incursiona por un modelo de universidad abierta, crítica y propositiva de su tiempo, la cual logre
dar un giro radical hacia el valor ético-liberadora de educar para la vida en sociedad, a favor por
los oprimidos basado en el respeto por la diferencia y la no creencia de cuestiones
religiosas/confesionales sino la búsqueda de un estado integral de tranquilidad, paz y armonía con
la tierra, el territorio y las culturas populares-originarias.
La palabra hecha vida es una iniciativa caracterizada por otros mundos posibles desde la pluriuniversidad comprometida con su tiempo, no se queda en una mera retórica dominante funcional
a los proyectos instituidos del poder moderno –colonizador de las élites, sino en la capacidad de
escuchar la pluralidad de saberes y la democratización de las luchas por otro tipo de sociedades
que coexistan ante el llamado de escenarios identificados con la vida en condiciones dignas, justicia,
democracia y buen vivir de forma comunitaria.
La obra en mención está compuesta por los siguientes nudos medulares, que fueron parte de la
gestión realizada por el Mtro. David Fernández en calidad de rector de la Universidad
Iberoamericana Ciudad de México- Tijuana. Encontramos el análisis crítico – propositivo de los
derechos humanos en el ámbito local, federal e internacional, puesto que se problematiza temas
como la violencia hacia las mujeres, la lucha por subsistir y sobrevivir de los migrantes, la trata de
personas como un flagelo universal, los movimientos de solidaridad basados en la igualdad de
género y la necesidad de cuestionar la politica solidaria y de justicia en Nuestra América y
particularmente en México.
A su vez, toma fuerza campos estructurales de la democracia en la región como: la seguridad y los
derechos humano, violencia, paz, democracia y movilizaciones socio-populares, debido a la
pluralidad intercultural y pluriétnica de organizaciones, colectivos, grupos y sectores
históricamente excluidos de nuestros tiempos. El llamado que realiza el Mtro. David Fernández,
es la necesidad de reconocer un Dios hacia los más necesitados, que no está llamado a condenar
sino a liberar luchando a lado de los condenados ante la miseria humana, que deviene del sistema
colonizador, depredador y violento que destruye las diversas expresiones propio de la dignidad
humana.
Por eso la iniciativa de un tipo de educación jesuita, tiene que ver con la capacidad de llegar a los
corazones/mentes de los diversos actores que confluyen en la universidad haciendo mención
especial al equilibro, armonía, unidad, misericordia, amor y justicia contrario a imaginarios de
racismo, discriminación, pobreza y guerra reproducidos por los grupos mafiosos, criminales y
hegemónicos del sistema mundo-capitalista.
La universidad del siglo XXI, se debate en grandes luchas por seguir reproduciendo los modelos
neoliberales de educar para el mercado, capital sistémico y grupos de poder tradicionales u optar
por dar un salto hacia las luchas socioculturales, las demandas colectivas y el buen vivir comunal,
es decir ir a los lugares a donde nadie quiere llegar. Es así como nuestro autor desarrolla el segundo
nudo de su obra, la emergencia de analizar el rol de resistencia, lucha y praxis ética, que podría ser
un modelo de gestión e innovación alternativa crítica orientado para un tipo de educación públicoprivada con sentido humanista liberador desde abajo.
Así pues, señala posibles rutas para trabajar de forma universitaria, puesto que contempla
elementos para reformar desde adentro la educación, el trabajo, proyección/apropiación social de
saberes y la resignificación de valores en medio de sociedades, grupos y colectivos que han sido
negados, invisibilizados y sometidos a las múltiples violencias, al ser dispositivos facultados en el
marco de la polarización, división y fragmentación sobre las relaciones socioculturales, comunales
y fraternas de la universidad en interacción con los sectores más excluidos, vulnerables e
invisibilizados resultado del despojo de la democracia y los intereses privados-mercantiles del
sistema capitalista-colonial.
El aspecto necesario de reconocer el sentipensar y el valor de los docentes en medio de un modelo
de educación pensada desde la filosofía de las universidades jesuitas, la diversidad de pensamientos,
emociones y sentires que son fundamentales para buscar la justicia, la dignidad humana y el respeto
por las expresiones, formas y modus socioculturales e interculturales en sociedad, a partir de la
base ignaciana-humanista. Por ende, la universidad del siglo XXI, no puede caer en las narrativas
tradicionales de educar para la necesidad del mercado sino para la vida en sociedad donde exista
principios encaminados al respeto, diálogo y solidaridad por otros mundos posibles y necesarios
desde abajo, para así hacerle peso a los imaginarios del individualismo, indiferencias y naturalización de las violencias modernas emanadas por los grupos de arriba y las instituciones
tradicionales sumidas en la racionalidad de los poderes hegemónicos.
El reiterativo llamado que realiza el Mtro. David Fernández, radica en buscar los equilibrios sin
desconocer los problemas, luchas y demandas reales que enfrenta el México más allá de las
ideologías, polaridades y personalismos de la vida público-política. Asimismo, arguye la clave de
concebir una universidad no al servicio de reproducir los poderes hegemónicos sino de la
democratización de los derechos y la horizontalidad de las luchas por una sociedad humanamente
digna, pacífica y no-violenta.
Otro nudo estructural de la obra consiste en darle voces a los sujetos excluidos y permitir la
liberación de los sectores invisibilizados por las mafias y grupos tradicionales de la esfera pública.
Por ello, resalta la tarea de despolitizar la educación e impulsar el sentipensar de las comunidades
como una forma de construir canales horizontales e interculturales crítico decolonizadoras que
hagan ruptura frente a los medios, instituciones y redes de opresión e invisibilización de las
demandas desde abajo en contrapelo a las narrativas hegemónicas impuestas por los de arriba.
La figura de la universidad descolonizadora no devela un proyecto ajeno a las circunstancias
temporales-espaciales, sino una iniciativa que toma distancia radical frente a los modelos
normativos, burocráticos y privados que responde a los intereses del gran capital y la racionalidad
privada-instrumental de los grupos de poder, los cuales apelan a un tipo de educación empresarial,
no-política y acrítica frente a los problemas socioculturales y terrenales de nuestros tiempos. En
efecto, el mensaje del carisma ignaciano de ser contemplativos en la acción y no buscar juzgar la
condición del prójimo sino permitirse luchar, aprender y coexistir desde la diferencia, pero bajo el
principio de la justicia, verdad y amor en defensa de las múltiples expresiones de vida comunal.
La experiencia que nos muestra a lo largo de libro el Mtro. David Fernández, en su rectorado en
la Ibero, se caracteriza por no reflejar los típicos informes convencionales, sistémicos y funcionales
a las redes de poder académico, empresarial y económicos que se incrustan en el ámbito de la vida
político-pública. Por el contrario, la narrativa de establecer rutas para avanzar en la senda de la paz,
amor, justicia y verdad en medio de los errores, adversidades y presiones endógenas/exógenas por
parte de actores ajenos que intentan des-legitimar el carisma ignaciano reconocido por pluralizar,
interculturalizar y democratizar los saberes más allá de los discursos modernos-colonizadores.
El papel de no caer en la mera labia de negar los problemas, mencionar palabras y discursos
cargados de intereses privados/cerrados al vacío, devela la iniciativa de contextualizar la
universidad frente a su realidad inmediata, lo cual implica conocer desde adentro las
particularidades, generalidades y diferencias que constituyen en mundo sociocultural y político del
alma mater más allá de sus propias instalaciones. Radica en descolonizar las relaciones académicas
no para la reproducción del interés mercantilistas de la educación sino la posibilidad de optar por
la formación humana integral de educar para la vida, el pensar ético y la lucha como una búsqueda
de la justicia, podrían ser los valores misionarles de orden rectoral para cualquier gestión que
pretenda posicionar la universidad jesuita como un actor que influye en las problemáticas
estructurales de las sociedades modernas.
Las luchas por horizontalizar los poderes populares no responde a un simple discurso en contravía
de los grupos de arriba, sino como una estrategia plural de saberes, conocimientos, experiencias y
espiritualidades sustentadas en el sentipensar y praxis liberadora de la universidad, al ser un actor
esencial en el pensamiento crítico desde abajo y la ética por lo público en función de la justicia
social. De esta forma, la educación superior asume un valor categórico por dignificar las relaciones
humanas con la naturaleza tomando distancia con las visiones cerradas/colonizadoras de las
mafias, centros de poder manipulares y grupúsculos empresariales que ven la educación como una
mercancía para la enajenación del sentipensar de los grupos más vulnerables de nuestros tiempos.
En últimas, la obra “En voz alta: propuestas para una universidad comprometida con su tiempo”, podría ser
considerada como una reflexión profunda sobre las vivencias, emociones, debilidades, temores,
luchas y proyectos que fueron asumidos por el Mtro. David Fernández en el ejercicio rectoral sustentando en un plan de vida universitaria encausado a superar las problemáticas de las
sociedades, comunidades y sectores excluidos y sometidos a las violencias sistémicas,
desapariciones humanas y exterminio de saberes, al ser parte de los problemas de base que enfrenta
la universidad en la sociedad contemporánea.
Vivimos tiempos difíciles marcados por el olvido, soledad e indiferencia por construir sociedades
más equitativas, solidarias y humanas, tal vez el legado de esta rectoría no tomara sentido en estos
años para algunos, pero en las próximas décadas sería la muestra ellacuriana de intentar construir
comunidad universitaria en contravía de los poderes facticos, mafiosos y privados de nuestra época
llevando a la realidad el posibles reino de paz, solidaridad, amor, justicia y buen vivir en familia en
clave intercultural, ecología y descolonial tal como debería representar la esencia teológica divina
liberadora de la existencia humana en este mundo.
1 Doctorante en Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana (México). Maestro en sociología política del Instituto de Investigaciones Dr. José María
Luis Mora. Politólogo de la Universidad del Tolima. Analista político y columnista del periódico el Nuevo Día (Colombia) y Rebelión.org (España). Correo:
caperafigueroa@gmail.com - http://josecaperafigueroa.blogspot.mx/
2 David Fernández Dávalos, S.J. Es licenciado en filosofía y en ciencias sociales por el Instituto Libre de Filosofía y el ITESO. Obtuvo también la licenciatura en Teología
por el Colegio de Estudios Teológicos de la Ciudad de México, y es maestro en sociología por la Universidad Iberoamericana. Fundó en 1990 y dirigió hasta 1994 el
Movimiento de Apoyo a Niños Trabajadores y de la Calle (MATRACA), A, C. en Xalapa, Veracruz. Dirigió el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez
de 1994 a 1998. Fue rector del ITESO de 1998 a 2002, la Universidad Iberoamericana Pueblo de 2008 a 2013 y Rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de
México de 2014 a 2020. Correo: david.fernandez@jesuitas.mx