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Reseña
Ignacio Medina Núñez (coordinador) (2018). DEMOCRACIA SUBALTERNA Y ESTADO HEGEMÓNICO. CRÍTICA POLÍTICA
DESDE AMÉRICA LATINA/ DIÁLOGO ABIERTO CON
ÁLVARO B. MÁRQUEZ-FERNÁNDEZ. Argentina: El Pregonero
(Colección de libros académicos y científicos de América Latina y El
Caribe). Elaleph.com S.R.L y El Colegio de Jalisco. 377pp.
José Javier Capera Figueroa 1. In memoria al gran filósofo del pensamiento anti-hegemónico en Nuestra América y el Sur Global el Maestro Álvaro Márquez – Fernández ϯ (1952-2018) Investigador Eméritus. Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela y Fundador de la Revista Utopía y Praxis Latinoamericana
La democracia sigue siendo uno de los temas de mayor discusión en el plano de las ciencias sociales y los estudios políticos en el mundo, la necesidad de intentar comprender las actuales contradicciones, retrocesos, avances y paradojas de la política en el plano de las instituciones y la no – institucionalización de la misma, simboliza un marco de referencia situado como un sujeto de investigación social en Nuestra América, asimismo, una oportunidad de plantear nuevos debates que rompan con la tradición eurocentrada de concebir la política, el gobierno, el Estado y la sociedad civil desde la visión del liberalismo procedimental/normativo para dar paso a los estudios decoloniales, subalternos y latinoamericanos como enfoques emergentes de reflexión sobre las democracias. La tarea del filósofo no solo es cuestionar y pensar la realidad social desde su contexto local en el marco de los procesos sociales globales, también es proponer alternativas encaminadas a una praxis transformativa, desde abajo y decolonial que se encargue de debatir sobre los marcos tradicionales de concebir la política y la acción de la misma en lo público, a su vez, asumir una ética de la liberación que pueda exponer rutas alternas para superar los problemas agudos propios de la crisis civilizatoria. Precisamente, es el trabajo epistémico, teórico y metodológico que nos propone uno de los filósofos que tiene la capacidad de concebir la compleja dimensión de los problemas/fenómenos estructurales de Nuestra América, el maestro venezolano Álvaro B. Márquez – Fernández que en la presente obra intitulada “Democracia subalterna y Estado hegemónico. Crítica política desde América Latina” nos plantea una serie de debates de gran interés para el plano de las ciencias sociales en su tarea de establecer nuevas rutas encargadas de aportar elementos para comprender la complejidad de los fenómenos de la actual crisis de acción, representación, legitimidad y legalidad de las democracias inmersas en la modernidad/colonialidad. La obra en su esencia parte de problematizar el campo de influencia y pertinencia que tiene la filosofía antihegemónica como una reflexión de largo alcance, encargada de cuestionar el poder y la democracia neoliberal enraizada en América Latina. Así pues, emergen las prácticas de los pueblos en resistencia, las comunidades indígenas, los grupos sociales subalternos y los movimientos populares que logran establecer otros debates en la esfera pública que oxigenan y demandan la reivindicación de los procesos democráticos en una dimensión horizontal y desde abajo. El análisis realizado por el Maestro Álvaro, se constituye como una lectura que permite pensar en clave a la constitución de la vitalidad de la reflexión contrahegemónica que logra poner en jaque la perspectiva de la democracia liberal moderna/colonial, y darle sentido a la praxis derivada por los movimientos sociales, ecologistas, feministas y obreros como actores colectivos que han podido ser creadores de conceptos necesarios para superar la lógica de la modernidad/colonialidad que existe en la democracia pensada/ejercida desde las instituciones monolíticas y funcionales al sistema mundo-capitalista. En efecto, la propuesta conceptual desarrollada en esta obra, se circunscribe en el marco del pensamiento crítico Latinoamericano (PCL) como un reflejo de una filosofía de la alteridad que pueda comprender los fenómenos de despojo, instrumentalización y dominación de lo púbico, a través de una lógica filosófica subalterna y descolonizante, la cual pueda debatir sobre el Estado neoliberal, la filosofía del mercado/fetichizada y la apropiación de capitales cognitivos de una globalización acorde los intereses del capitalismo moderno. Situaciones como la explotación, la dominación y la negación del sujeto, a través de una democracia basada en la representatividad de los poderes hegemónicos y el interés de los grupos dominantes, se caracteriza por la re-producción de capitales funcionales a las políticas gubernamentales pensadas y ejecutadas de forma vertical y acorde a los intereses de las élites en los territorios concebidos como satélites del poder hegemónico. La dinámica que emerge en América Latina a cargo de pensadores/as enfocados a problematizar las ciencias sociales desde un paradigma emergente como lo representa: los estudios decoloniales, el pensamiento crítico Latinoamericano, la filosofía, economía, política y ecología de la liberación y los feminismos descoloniales entre otros campos de reflexión, permiten ver más allá del velo de la modernidad/colonizadora y las ciencia sociales eurocentradas y sistémicas del sistema capitalista. Parte de esta lucha, se encuentra inscrita en los aporte teóricos realizados por el Maestro Álvaro Márquez – Fernández, que representan un campo de reflexión sobre la filosofía antihegemónica y su relevancia en la interpretación de los problemas democráticos en América Latina y el Caribe. Por ello, el giro epistémico decolonial parte del diálogo abierto con los interlocutores del libro, que asumen una postura de analizar parte del pensamiento, la praxis y el contenido de los estudios subalternos en la tarea de transformar la realidad desde abajo y de forma contra-hegemónica frente a la racionalidad de los grupos dominantes en los distintos contextos socioculturales. El diseño de la obra está construida de la siguiente forma: la primera parte, es el planteamiento de la democracia en su dimensión epistémica como un campo que está establecido entre las convergencias y divergencias sobre la praxis; la segunda sección, tiene que ver con la discusión de las nuevas ciudadanías, la crisis de la modernidad como proyecto político – filosófico, la nulidad democrática como una muestra del desacato y/o desencanto popular frente a lo público y la importancia de los poderes populares en el marco de la justicia pública/subalterna al interior de la sociedad civil. Asimismo, la tercera parte del libro tiene que ver con la resignificación del pensamiento utópico, la capacidad del espacio vivencial para transformar las normas de la política y la influencia de la autocrítica como un instrumento ideológico del poder político que emerge por medio de la praxis del sujeto utópico. La cuarta discusión, reside en los elementos que configuran la crisis hegemónica, el revolucionar de la política y el sentido instituyente de los poderes populares en una posible democracia sub-alterna. La capacidad analítica de relacionar la dimensión de la filosofía antihegemónica, a través de temas como el Estado hegemónico, la subjetividad de la praxis comunicativa y las alternativas propias de la lógica contrahegemónica en el sur-sur de las ciencias sociales son parte de los temas que nos ofrece la presente obra. Posteriormente, se genera un diálogo abierto con interlocutores que asumen una postura crítica, autocrítica y analítica con respecto a las ideas y el pensamiento del Maestro Álvaro Márquez. Tal como sucede con la concepción de la filosofía antihegemónica descrita por la pensadora venezolana Zulay Díaz Montiel y su posicionamiento frente a la nociones del discurso y la praxis de la subalternidad como un campo del sujeto en su ética y política al interior de la sociedad. Del mismo modo, surge la discusión descrita por Ignacio Medina Núñez que realiza una descripción sobre la posibilidad de superar una democracia de ornato y dar el paso a las prácticas que sean coherentes con los procesos y acciones que se constituyen en la lógica contrahegemónica enmarcada en la praxis subalterna del sujeto utópico. La narrativa expuesta por Jorge Alonso sobre la necesidad de reflexionar acerca del despojo de la democracia como una categoría de gran interés en el camino por descolonizar las ciencias sociales en Nuestra América, se articula con las ideas de Álvaro Márquez – Fernández, al reconocer la praxis subalterna del zapatismo como una apuesta alterna que se configura por medio de la construcción de los gobiernos autónomos, territoriales y comunales que cuestionan las formas tradicionales del poder político re-producido por los grupos hegemónicos inmersos en el proyecto de la modernidad/colonialidad. La última interlocución proviene de Rafael Lárez Puche, que parte de relacionar los elementos de la filosofía antihegemónica reflexionada por Álvaro Márquez sobre la democracia y su perspectiva del sujeto utópico/subalterno. Aquí toma sentido la crítica y la praxis emancipadora como una opción por superar el velo colonialista y eurocentrado del poder político y dar paso a la integración desde debajo de los poderes populares en los territorios como un camino por superar el grillero de la modernidad/colonial a cargo de los sectores hegemónicos en los espacios públicos de la democracia. La perspectiva de asumir una dimensión epistémica de la democracia, la cual pretende superar la visión normativa (legal, institucional y procedimental), debido a su incapacidad de lograr solventar las necesidades/demandas de los grupos populares y subalternos de la sociedad. A su vez, emerge como una mirada que parte de reconocer la concepción de las nuevas ciudadanías que tienen la capacidad de poner en el espacio público un rol deconstructivo y alterno a la estructura formada e impuesta por la democracia moderna/colonial. En este sentido, la propuesta del Álvaro Márquez, consiste en asumir la influencia de una democracia de naturaleza sub-alterna en donde se pueda cuestionar la figura del Estado hegemónico, para dar paso a la reivindicación de la defensa de los bienes comunes, el sujeto utópico y las prácticas del Buen Vivir como muestras de experiencias descolonizadoras orientadas a proponer otras formas de co-gobernar que superen el modelo colonial de la sociedad moderna. La emergencia epistémica asociada a cuestionar las formas de dominación, explotación y violencia que genera el Estado frente a los grupos subalternos, se configura como un espacio encaminado a superar las fuertes contradicciones entre la democracia, la sociedad neoliberal y el Estado capitalista como una triada que no ha logrado establecer soluciones a la demanda de la ciudadanía pero si ha agudizado la crisis civilizatoria que presentan los actores populares en sus territorios. El planteamiento de una democracia sub-alterna según él filósofo Álvaro Márquez- Fernández, se identifica con la tarea de responder de forma estratégica y plena a las demandas de justicia social, equidad, paz y convivencia en las comunidades, es decir, re-pensar las instituciones modernas para que puedan canalizar esta serie de necesidades en el plano de garantizar los derechos humanos, la praxis del sujeto político y la generación de espacios públicos donde se pueda concretar la alternancia del poder político y la participación desde abajo y de forma horizontal en los procesos democráticos no colonizadores. La apuesta de reconocer la construcción de otro Estado que pueda ir más allá de la concepción hegemónica. La cual se caracteriza por asumir la función del poder político y estatal como un medio re-productor de la visión tradicional, dada la gran importancia construir desde abajo y con la praxis de un sujeto ético en su dimensional individual/colectiva. A su vez, la construcción de un tipo de democracia sub-alterna que permite la reconfiguración, transformación y ruptura del esquema de la modernidad/colonialidad y el poder del capital privado en los territorios. En efecto, la crítica a la democracia “desde arriba” responde a la pugna de intereses del sujeto en la comunidad, y la apuesta por diversificar y humanizar el proceso político subalterno. Para así promover un imaginario pacífico, subalterno y descolonial que pueda establecer rutas de teoría y práctica desde la vida cotidiana en sociedad. La idea de instituir un esquema de procesos políticos desde abajo que sean congruentes a la crítica del imaginario de los grupos dominantes. El proceso de cuestionar la democracia hegemónica esta mediado por la autogestión, resistencia y praxis de la ciudadanía, por medio del ejercicio de los poderes populares que se encuentra constituido por la materialidad de las condiciones de existencia y la cooperación de la mayoría orientada hacia un proceso de bienestar en común. Por ello, la posibilidad de construir un modelo de democracia sub-alterna requiere/exige una capacidad crítica y una praxis ética que permita la influencia de esfuerzos en conjunto para lograr dar solución a los conflictos desde el diálogo intersubjetivo, los poderes populares y la equidad al interior de una sociedad plural, participativa y descolonizadora. La apuesta por la utopía como una conductora del diálogo afectivo, solidario y constructor de otra realidad, nos invita a cuestionar los modelos lineales/tradicionales de la democracia liberal dada su incapacidad de proporcionar respuestas a los problemas estructuras de la sociedad moderna/colonial, aspectos como la crisis económica, ambiental, social, política y cultural en el marco de establecer los mínimos acuerdos entre el Estado y la ciudadanía, nos demuestra que la necesidad de re-pensar/fundar los procesos democráticos están focalizados desde la praxis subalternas, de abajo y descolonial al interior de las comunidades y en el marco de co-existir en una esfera de la política comunal. De este modo, la dimensión teórico, metodológica y conceptual del libro “Democracia sub-alterna y Estado hegemónico. Crítica política desde América Latina”, consiste en lograr generar una visión sub-alterna sobre este tema de investigación y dar paso a reflexiones que superen el limbo liberal de los estudios democráticos, el lenguaje eurocentrado y los modelos de evaluación, calidad, eficiencia y democratización dado su carácter instrumentalista, de convertirse en instrumentos de dominación usado por los grupos hegemónicos sobre los sectores populares en los territorios. La iniciativa de pensar en un buen vivir desde el intelectual orgánico en el marco de la filosofía anti-hegemónica, es el constructo teórico-metodológico que desarrolla el Maestro Álvaro Márquez – Fernández, partiendo de su experiencia como sujeto sentípensante, intelectual orgánico y educador de la liberación en Nuestra América. Su ciclo argumentativo nos remite a concebir otras referencias que no existen en la narrativa de la democracia moderna/colonial, aquí toma sentido el sujeto utópico, la refundación de las instituciones, la interculturalidad de los procesos desde abajo, y la visión contrahegemónica frente al poder político de los actores facticos que cada vez se apoderan de los espacios público que son constitutivos de la identidad de los grupos subalternos en comunidad. En últimas, el sentido político de reflexionar sobre la democracia sub-alterna y el Estado hegemónico desde América Latina, se constituye como una lectura de gran valor para el campo de las ciencias sociales y en particular los estudiosos de los procesos democráticos en la región. Significa un punto de inflexión y ruptura con respecto a los estudios clásicos y monolíticos de las democracias, para dar un salto hacia la resolución de los conflictos, la deliberación de las ideas y la praxis de transformar los espacios de manera horizontal y teniendo en cuenta los intereses de los de abajo. Nos encontramos ante una reflexión de largo alcance por su dimensión teórica y su capacidad analítica de contextualizar los conflictos en Nuestra América, una obra que aporta elementos conceptuales para comprender la crisis de los regímenes democráticos, el proyecto fallido de la modernidad/colonialidad y la praxis del sujeto en el campo de los estudios subalternos en la región. Constituye, una tarea de larga duración y de forma autocrítica y reflexiva que rompa con los dilemas de ciencia, técnica, ideología y filosofía per se para dar un salto hacia la importancia de concebir/construir un mundo dentro de otros mundos posibles y necesarios frente a la crisis civilizatoria de la sociedad neoliberal y el Estado capitalista al interior de la desbocada globalización de los grupos hegemónicos. Aunque la perdida/ausencia del Maestro y filósofo del pensamiento antihegemónico en Nuestra América y el Sur Global es irremplazable, nos queda un gran vacío en la región debido al trabajo estratégico que se venía haciendo por más de 25 años por medio de la Revista Utopía y Praxis Latinoamericana – Universidad del Zulia (Venezuela), la cual configuro un espacio orientado a promover miradas críticas desde y con los de abajo, que tuvieran como fin romper con el velo eurocentrado del conocimiento y la colonialidad del poder impuesta por los grupos hegemónicos en las ciencias sociales de nuestras universidades.El Maestro Álvaro ha dejado este mundo pero sus ideas siguen vivas y cada vez profundas, en cada ámbito público/privado a cargo de sus amigos y colegas, que respetamos su memoria y sabíamos de su capacidad estratégica por interconectar, dialogar y constituir procesos interculturales con los enfoques, teorías y pensadores en Europa y Estados Unidos pero sin desconocer los sismos, dinámicas y giros realizados en los territorios, comunidades y sujeto sentipensantes en las coordenadas del Sur Global. Nos queda los recuerdos vividos y las experiencias compartidas en función de superar los problemas Latinoamericanos, por medio de la Utopía de soñar otros mundos posibles, justos y necesarios sustentados en la Praxis ética–política encargada de cuestionar/romper con el imaginario instituido de los grupos dominantes, dando paso a la lucha subalterna y descolonizadora propia de los sectores oprimidos de Nuestra América
1- Politólogo de la Universidad del Tolima. Maestro en sociología política del Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, y estudiante del doctorado en Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana (México). Analista político y columnista del periódico el Nuevo Día (Colombia) y Rebelión.org (España). Correo electrónico: caperafigueroa@gmail.com - http://josecaperafigueroa.blogspot.mx/
Alternativas frente a la tendencia neoliberal, una reflexión desde el pensamiento crítico latinoamericano para la construcción de la paz.
José Javier Capera Figueroa, Sergio Huertas Hernández y Camilo Oviedo Monroy
http://www.ut.edu.co/academi/images/archivos/fac_humanas_artes/publicaciones/revistas/Memorias_REDUNIPAZ2016.pdf
Resumen La finalidad de la siguiente ponencia consiste en realizar una serie de críticas a las políticas neoliberales en América Latina y discurrir sobre cómo desde las teorías decoloniales se genera un nuevo paradigma que se articula con el pensamiento crítico latinoamericano para la construcción de la paz; asimismo, este documenta presenta una apuesta por repensar los modelos económicos, políticos, culturales, los regímenes y las democracias, pero en especial la relaciones entre el ser humano y la naturaleza en los territorios latinoamericanos. Para conseguirlo, se recurre al análisis documental como criterio de abordaje. Al final, se plantearán algunas conclusiones que articulen el pensamiento crítico latinoamericano y las teorías decoloniales, realizando reflexiones críticas sobre la implementación del proyecto neoliberal en los pueblos del Sur y la construcción de la paz en el contexto latinoamericano.
Palabras Claves: Globalización, Neoliberal, Decolonialidad, Pensamiento crítico, Políticas neoliberales, Resistencia, Construcción de paz.
Introducción
Los procesos históricos desarrollados en las últimas décadas en Latinoamérica
muestran escenarios marcados por una serie de conflictos, incluso bélicos,
políticas de intervencionismo y tratados de libre comercio en medio de crisis
ambientales. En pocas palabras, se viven momentos de colonialismo epistémico,
político y cultural; asistimos a la implementación de modelos de corte americano
y eurocéntrico en las sociedades del sur. Es por esto que medidas como la
privatización de lo público, la implementación de un modelo exportador (materias
primas), la noción del subdesarrollo, la idea del progreso, la penetración del capital
extranjero y sobre todo la generación de condiciones políticas y económicas,
por parte de grupos sociales como las élites, las burguesías y oligarquías criollas,
actuaron facilitando la incursión de capital transnacional, articulando la base de
un proyecto imperialista.
Al respecto, Renán Vega Cantor menciona que en las últimas décadas se
impuso un modelo primario exportador, similar al que conoció el país (Colombia)
en la segunda mitad del siglo XIX, pero ahora desindustrializado, que fomentó la
penetración renovada del capital extranjero, principalmente de las multinacionales
imperialistas, la expropiación de bienes comunes y la imposición del dogma de
las ventajas comparativas como criterio que justifica nuestra especialización en la
explotación de bienes primarios (Cantor, 2009: p. 43).
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Del mismo modo, aparecen fenómenos de amplia escala como son la
mercantilización de la naturaleza (Michael Lowy), el fetiche de la mercancía
(Marx, 2002), la visión extractivista de los recursos naturales (Enrique Leff), la
explotación y acumulación del capital (Harvey, 2007), entre otros; el resultado
de dichos procesos produjo consecuencias en el espectro político, ideologías
polarizando las sociedades. Así puede verse, por ejemplo, la noción de ingenua
oposición entre centro y periferia, en donde los países latinoamericanos son la
periferia del subdesarrollo, y al mismo tiempo la materia prima para el desarrollo
de las denominadas ‘potencias’.
Desde esta perspectiva ideológica se construye una serie de proyectos
imperialistas que contribuyeron a la crisis civilizatoria, revelación de las
contradicciones del sistema capitalista: una fábrica simultánea de riqueza y de
miseria, productor constante de injusticia y desigualdad, en razón de lo cual la
polarización de clase es una de sus características intrínsecas. Eso se manifiesta
en los más diversos tópicos de la vida social, como sucede con la producción de
alimentos, las explotaciones de los bienes comunes y la deshumanización entre el
hombre y la naturaleza (Véase Cantor, 2009).
¿Qué se produce con el capitalismo? El capitalismo va en función de producir
hambrientos. Esto no es algo que sea nuevo, su expansión mundial ha generado,
de manera invariable, hambre a vasta escala, como resultado de la destrucción de
las economías locales, sometidas a nuevas exigencias para que se ‘adapten’ a los
requerimientos del mercado mundial, como reza la fórmula de los economistas
ortodoxos (Lander, 2010: p. 28). El Estado neoliberal es para garantizar los
derechos de propiedad privada individual, el imperio de la ley, y el libre comercio:
en las sociedades neoliberales que gobiernan estos mecanismos, los monopolios
para el uso de la violencia se emplean para preservar las libertades económicas
de una minúscula élite dominante, por encima de cualquier otra realidad social,
por masiva que esta llegase a ser.
Aun así, desde una perspectiva mayor, el capitalismo se basa en la explotación
a gran escala y multidimensional de la naturaleza, de las estructuras políticas,
las culturales, las tecnológicas, los centros académicos, y entonces se forman
las ‘industrias culturales’ con empresarios sociales que contratan trabajadores
sin garantizar los derechos laborales más elementales, vulnerando con ello los
derechos de sus comunidades relativas o de parentesco. Así, a gran escala, puede
describirse una explotación capitalista de nuestras vidas.
No puede ser otra por ello la finalidad del siguiente texto: plantear críticas
sobre la globalización neoliberal y sobre cómo se ha configurado en los territorios
latinoamericanos, fundamentalmente por medio del estudio de las dinámicas que
emergieron antes y después de los procesos de fomento del neoliberalismo en
los Estados. Pero, al mismo tiempo, también se tratará de compartir propuestas
de pensamiento crítico latinoamericano y desde la perspectiva decolonial,
sobre posibles apuestas alternas y contra hegemónicas frente a las corrientes
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neoliberales evidenciadas en las prácticas, discursos y acciones de los sujetos en
las sociedades.Crisis y rupturas del neoliberalismo en Latinoamérica
En los primeros años de la década de 1990, en Latinoamérica, los presidentes de aquel entonces establecieron una serie de reformas políticas que los economistas asociaron como ‘recetas’ o ‘manuales’. Dichas recetas pretendían realizar un cambio en los planes de ajustes estructurales sobre las económicas nacionales, así como también en la proyección que tendría que realizar cada país en un determinado tiempo. De esta manera, nociones como la competitividad, la rentabilidad, la sostenibilidad, entre otras, implantaron un cambio en el imaginario de las estructuras de poder de aquellos tiempos. A estas lógicas reformistas se sometieron, implementando las ‘recetas’, países como Colombia, Ecuador, Venezuela, Brasil, Argentina, México, entre otros. Con el paso del tiempo, las respectivas crisis políticas, económicas, ambientales repercutieron en sus territorios como los casos de Colombia, con crisis política y narcotráfico; México, con tratados de libre comercio que empobrecieron a los campesinos; o Brasil, que vive una crisis educativa y hoy experimenta procesos golpistas. Los aquí mencionados son apenas algunos de los fenómenos de gran dimensión que se han presentado Latinoamérica como consecuencia de la implementación de las reformas neoliberales. Así, la idea del capitalismo y la de la libertad de mercado se han perpetrado en los países latinos, en donde las “fuerzas de la izquierda tradicional (partidos políticos y sindicatos) son claramente incapaces de organizar una oposición sólida contra el poder del capital” (Harvey, 2014: p. 14). Mientras tanto, las rupturas del capitalismo y las políticas neoliberales nos conducen a una nueva forma de esclavismo en la que somos dominados por las mercancías: […] la comida, la ropa y los teléfonos móviles vienen y van, mientras que el dinero sigue circulando por los bolsillos de la gente (o las cajas fuertes de las instituciones). Así es como la mayor parte de la población mundial vive habitualmente su vida cotidiana. (Harvey, 2014: p. 31). Se reafirma de esta manera que los fenómenos inmersos en las realidades latinoamericanas nos enfrenta a condiciones como la pobreza, la violencia y el despojo, en donde existen un tipo de racionalidad instrumental y un ejercicio de explotación sobre los recursos naturales, contribuyendo a los bajos niveles de desarrollo humano, las prácticas de corrupción por parte de los gobiernos, y una muy desequilibrada distribución de la riqueza, en contra de los más necesitados, conllevando a empobrecer la vida de millones de familias campesinas, sobre todo del Sur, que había logrado mantenerse –en lo fundamental– no al margen del capitalismo, no al margen del mercado, pero con una lógica de reproducción cultural y de estar en la naturaleza, que no estaba sometida plenamente a la 79 lógica de la mercantilización. La producción campesina no era una producción de mercancías, era una producción de vida, de alimentos, de cultura, de intercambios, contraria a las condiciones en que diversas comunidades conviven en estas épocas (Lander 2009: p. 80). Otro eje de la crisis en el continente se manifiesta por medio de las políticas extractivistas que se constituyeron en un proyecto de obligatoriedad, puesto que impulsaría la región y contribuiría a superar ese estado de ‘subdesarrollo’; sin embargo, con el tiempo, resultó ser lo contario: el extractivismo se convirtió en un retorno a las economías de enclave, la consolidación de una fuerte dependencia económica de las inversiones extrajeras de tipo ‘productivo’, convirtiéndose en el eslabón de las dinámicas de la economía global y el mercado mundial. De esta manera los territorios se asimilaron como centros productivos, garantías financieras para los intereses transnacionales, los agronegocios, la minería, las zonas turísticas, los parques naturales, los espacios urbanos; las zonas rurales como materia prima del capitalismo mundial. En definitiva, en medio de la crisis ambiental, hoy generalizada en todo el planeta, al ser numerosos los componentes de la crisis civilizatoria que hoy soportamos, se conforma toda una serie de dinámicas de despojo territorial, violación masiva a la condición humana, criminalización sobre la protesta social; de manera general, se experimenta hoy todo la reproducción de políticas transnacionales que van en contravía de los pensamientos de las comunidades, y de los intereses de los grupos sociales. Pero mientras todo eso ocurre, existe también una corriente de ciudadanos que apuesta a construir una sociedad alterna, diferente y correspondiente con una relación equilibrada entre las comunidades y la naturaleza no humana, en donde proyectos como el dialogo de saberes, la construcción de escenarios para la paz y las prácticas del buen vivir sean ritmos y experiencias de vida que se puedan construir en comunidad.
La apuesta al pensamiento crítico-decolonial latinoamericano
La noción de repensar la crisis civilizatoria que enfrenta la humanidad implica un ejercicio eminentemente crítico, siendo esto parte de lo que constituye el pensamiento crítico latinoamericano. Se trata de un tipo de pensamiento que no se fragua en medio de discusiones, sino que propone alternativas de transformaciones sociales. En este sentido, la apuesta de pensadores como (Dussel, 1994), (Grosfoguel, 2006), (Restrepo y Rojas, 2010), (De Sousa, 2010), entre otros, consiste en imaginar la posibilidad de construir otro mundo posible, un mundo en donde el velo eurocentrista, la colonialidad del pensamiento, ser y poder puedan ser reflexionadas desde los propios contextos latinoamericanos. Esta propuesta consiste en construir nuevas formas de participación, educación, culturas, lazos comunitarios de carácter diversos que constituyan los diálogos entre 80 saberes técnicos y populares que logren convivir; es la iniciativa de dar un giro a la tendencia positivista, racionalista, instrumental que se tiene sobre el mundo de la vida. Tal como lo manifiesta Boaventura de Sousa, los movimientos del continente latinoamericano, más allá de los contextos, construyen sus luchas basándose en conocimientos ancestrales, populares, espirituales que siempre fueron ajenos al pensamiento eurocéntrica. Por otro lado, sus concepciones ontológicas sobre el ser y la vida son muy distintas del preceptismo y de los individualismos occidentales (Véase De Sousa 2010: pp. 18-19). En este sentido, el pensamiento crítico desvirtúa los mitos, falsedades y aforismos que trae consigo el modelo neoliberal, propone como alternativa las acciones colectivas, las formas de participación democratizadas, el respeto por convivir en la diferencia; articulándose de esta forma el juego de lenguajes, el conocimiento por nuestras realidades, la canalización de las demandas y aspiraciones que construya mundos donde sea posible la armonía y la convivencia entre los seres humanos, relacionándose de forma equilibrada con sus respectivos entornos naturales. Por ello, la teoría crítica latinoamericana construye derechos humanos propios, democracias, dignidad, respeto, territorios, autogobiernos, prácticas del buen vivir desde acá, implicado la ruptura entre el colonialismo y el colonizador, apostándole por constituir subjetividades, sentimientos, emociones que constituyen el sujeto en comunidad. Es la iniciativa de reflexionar sobre los paradigmas y establecer condiciones alternas que tengan peso frente a la crisis compleja y civilizatoria que afrontan las sociedades en estas épocas; asimismo refleja iniciativas como la ecología de saberes que es básicamente una contra epistemología. El ímpetu básico tras su emergencia es el resultado de la emergencia política de gentes y visiones del mundo al otro lado de la línea, como compañeros de la resistencia global al capitalismo; en otras palabras, la globalización contra hegemónica. A manera de colofón, las lógicas neoliberales en la actualidad han demostrado ser un proyecto en fracaso; acciones políticas como lo de Ecuador, con el Suma Kawsay (buen vivir); lo de Bolivia, con la creación de un Estado plurinacional; Brasil, con la generación de políticas socialdemócratas propias de su gobierno; y Argentina, Chile y Uruguay, países que consiguieron establecer gobiernos con tendencias progresistas, son una evidente muestra de construcción de pensamiento crítico y de una mirada decolonial de la vida (Huertas y Capera, 2015: p. 12). Este es, pues, un pensamiento vigente y focalizado en el respeto por la naturaleza, las reformas constitucionales, el reconocimiento de los grupos oprimidos y la autonomía sobre las comunidades negras y los pueblos originarios; su apuesta consiste en reflexionar y reconocer de dónde venimos, para dónde vamos y qué será el día mañana de nuestros territorios, tal como lo manifestaba Eduardo Galeano en sus disertaciones: “Otro mundo es posible de construir y el mundo se divide, sobre todo, entre indignos e indignados, y ya sabrá cada quien de qué lado quiere o puede estar”. 81
Bibliografía
Boaventura de Sousa (2010). Descolonizar el saber, reinventar el poder, Montevideo, Trilce.
Enrique Dussel (1994), 1492. El encubrimiento del otro. Hacia el origen del ‘mito de la Modernidad’, La Paz, Plural.
Ramón Grosfoguel (2006). “La descolonización de la economía política y los estudios postcoloniales”, en Notas de Población, N.° 80, Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía, junio de 2006, pp. 53-74.
David Harvey (2007). Breve historia del neoliberalismo
Una mirada crítica al concepto de dominación y racionalidad en el pensamiento de Max WeberJosé Javier Capera Figueroa, José Julián Ñañez Rodriguez
Resumen
La finalidad de este artículo consiste en realizar una descripción sobre el concepto de dominación y racionalidad en el pensamiento de Weber, a partir del texto “Economía y sociedad, esbozo de sociología comprensiva” para conocer la estructura de estos conceptos y su relación con la teoría social. Esto permite ver como se constituye el pensamiento social de la modernidad, y la figura clásica de la teoría sociológica donde la dominación y la racionalidad son conceptos que adquieren gran relevancia en los estudios de la sociología política. De esta forma, se pretende mostrar lo que constituyen la dominación y la racionalidad en el pensamiento de Max Weber. Ya teniendo como referencia estas aproximaciones, se procede a revisar algunos teóricos latinoamericanos que realizan una crítica a las categorías weberianas expuestas. Para así demostrar una serie de convergencias que existe al interior de la sociología latinoamericana con respecto a la conceptualización expuesta por Weber.
Texto completo. Revista FAIA
Reseña
Educación para la paz integral -
Memoria, interculturalidad y decolonialidad
Revista POLISEMIA , Universidad Uniminuto (Colombia)
Disponible para lectura y descarga aquí
El sociólogo, antropólogo y latinoamericanista Eduardo Andrés Sandoval Forero, investigador social, crítico y comprometido con la teoría y práctica que debe existir en las ciencias sociales, nos presenta su libro Educación para la paz integral - Memoria, interculturalidad y decolonialidad, en el que recopila una serie de artículos, ensayos y reflexiones extensas sobre la complejidad de pensar la paz integral como un tema pertinente de las dinámicas latinoamericanas, para así transitar en la apuesta por reflexionar a partir del giro decolonial la manera de construir ‘otro’ tipo de análisis/esquemas/conceptos que permitan comprender los problemas – estructurales como son: la violencia, pobreza, desigualdad, xenofobia, conflictos armados y autoritarismo que se viven en la región.Texto completo aquí
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