Es ahora o nunca dicen los críticos del cine, es hoy o nunca será, he podido escuchar de maestros, lectores y opinión pública en general. Por supuesto, no es para menos pues resulta ser la primera película colombiana nominada a un Oscar de la industria del Cine norteamericana y de la cual tengo serías disidencias políticas, sociales y culturales; las cuales comparto con un crítico y estudioso del cine mundial el maestro Slavoj Žižek ( véase: http://www.elconfidencial.com/cultura/2013-10-09/zizek-destripa-la-ideologia-de-hollywood-en-la-madre-de-todos-los-blockbusters_38915/)
Pero bueno es necesario dejar a los magnates del cine y retomar el punto de reflexión del momento que es “El Abrazo de la Serpiente” la cual está conformada por un talentoso equipo de profesionales, entre ellos Ciro Guerra en calidad de director y Cristina Gallego como productora – una pareja de talentosos y visionarios cineastas, los cuales admite que compite con “grandes obras del cine”. Sin embargo, las ovaciones, alegrías y reconocimientos no han parado de llegar y siento que no paran por muchos años.
Por supuesto que merece todas las ovaciones, reconocimientos y premios de cualquier índole – pero el punto de importancia de la misma, consiste en como desde su condición de ficción, realiza un ejercicio de resignificación histórica, política y cultural entre el hombre blanco “civilizado” y el Indígena “ no- humano”, pero que a través del tiempo, el antropólogo Richard Evans Schultes refleja la mentalidad de los investigadores tradicionales, desde su condición como un investigador de orden instrumental al servicio del Estado, el poder político del momento y la lógica burguesa en este caso de Estados Unidos.
Resulta ser que en el fondo de la película se carga con una narrativa histórica- política, de la que algunos teóricos como Néstor Canclini, Fausto Reinaga, Enrique Dussel, Aníbal Quijano, Eduardo Sandoval y Mario Grosfoguel entre otros, reconocen que la modernidad es un momento histórico de amplio reflejo colonial que en el escenario de lo político, constituye todo un proyecto de imposición con largos sustratos de lo que actualmente vivimos un capitalismo desenfrenado, visceral y mísero.
Pero el punto de importancia consiste en que desde “El abrazo de la Serpiente” se construye en la ficción – todo un pasado histórico vivo. El cual contiene parte de la narrativa de los trabajos de Evans que son una cuota a la histórica invisibilización que se tiene en temas de índole antropológicos, sociológicos que han vivido las comunidades mal llamadas “indígenas” y en particular regiones como son la Amazonia, el Pacifico Colombiano, el Sur del Tolima y otras espacios que no han sido sujetos de estudio y que en su interior reposa historias que narrar.
El punto de esplendor de Ciro y Cristina se subsume en hacer cine sobre la enorme diversidad y la gran complejidad que tiene las interrelaciones de los ecosistemas, la biodiversidad y la variedad socio-cultural de la Amazonia, una tierra olvidada para algunos pero para otros un punto de investigación, saqueo y en el mayor sentido de la palabra de amplia investigación – experimental, tal como lo refleja el comportamiento de Evans al momento de ingresar con una mentalidad de imposición, y el después, al reconocer un respeto por los imaginarios, prácticas y tradiciones indígenas que como un día menciono “ serían opacadas por la civilización”.
Eso resulta ser el Abrazo de la Serpiente un cruce entre lo tradicional y lo moderno, un choque de culturas que se disputan conocer para el buen vivir o conocer para producir, generar riquezas y explotar los bienes comunales de estas regiones, un dato curioso se encuentra en la lógica de las Universidades Americanas que financiaban estos proyectos con un solo orden, fortalecer la industria militar y en este caso contar con insumos para darle viabilidad a la Guerra Mundial y tener condiciones para desplegar el fuego cruzado de la enunciación histórica del momento. (Véase: http://www.razonpublica.com/index.php/econom%C3%ADa-y-sociedad/9154-el-abrazo-de-la-serpiente-una-pregunta-por-el-futuro-de-la-humanidad.html)
En últimas, la belleza del Vaupés, la Guainía y en su complejidad la Amazonía, es un locus de enunciación sobre la realidad de estas culturas que viven entre la expedición por conocer, experimentar y expropiar de su condición como habitantes primarios o fortalecer los lazos comunitarios, el vivir dignamente y construir sus propias condiciones históricas, políticas y sociales frente a la aberrante lógica del mundo “ civilizado”, mercantilizado y sobre todo llenos de cortinas de felicidad, sexo, religiones, ambiciones, vanidad y amor liquido, efímero y lleno de sinsabor con un aroma de solidez pero un fondo de desvanecimiento cultural.
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